Julian Santiesteban

A tiro de piedra: Cancún, la incertidumbre sobre su futuro

Muchas veces, lo que se calla,

 hace más impresión que lo que se dice

Píndaro

Por Julian Santiesteban

Cancún, el destino turístico más importante de México, celebró este 20 de abril, su 53 aniversario, pero menos de dos semanas después, la duda sobre su futuro se cierne, pues el desmantelamiento del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) está en marcha y, tanto los recursos que administra, como las propiedades con que cuenta, serán entregados a otras instancias del Estado Mexicano, dejando en la indefinición el mantenimiento mismo de los centros integralmente planeados de México. Y en las entidades federativas, los gobiernos estatales mantienen un sospechoso silencio cómplice.

En enero de este año, gobernadores y gobernadores de Morena fueron convocados a Palacio Nacional, a una reunión con el presidente, Andrés Manuel López Obrador. Ahí, se les anunció que se desaparecería el Fonatur y que las tierras con que cuenta para fomentar desarrollos turísticos serían entregadas a los estados y municipios en que se encuentran, días después el mismo mandatario confirmó la noticia, advirtiendo que, muy probablemente, la tarea quedaría inconclusa, pues a su administración le quedan menos de dos años, pero que se adelantaría lo que se pudiera.

Desde entonces las reacciones en el empresariado local y nacional comenzaron, señalando que, convertir las reservas de Fonatur en zonas naturales protegidas son un contrasentido para el crecimiento de la industria turística; pero el punto cúspide de la preocupación llegó la semana anterior, cuando la Cámara de Diputados federal -y días después la de Senadores- aprobó entregar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el 80 por ciento de los recursos recaudados por concepto de Derecho de No Residente (DNR), para que una paraestatal que está apenas por constituirse, sea ahora quien administre, opere y realice estudios de inversión turística. En Quintana Roo, el mismo presidente de la Comisión de Turismo y ex presidente municipal de Benito Juárez (en donde se encuentra Cancún); Julián Ricalde Magaña, adelantó la posibilidad de crear más impuestos, si fuera el municipio el que tenga que hacerse cargo del mantenimiento, pues dijo que no tiene ni el dinero, ni el personal, para la tarea.

Esto alertó aún más al sector empresarial, quienes manifestaron su rechazo. Más aun, el secretario del Ayuntamiento benitojuarense, Jorge Aguilar Osorio, reconoció la falta de recursos y que no tienen la capacidad para asumir la tarea de mantener la zona hotelera y, días después, la presidenta municipal, Ana Patricia Peralta de la Peña, reveló que ya solicitaron recursos extras a la federación, para poder atender la tarea. Pero y a todo esto ¿qué tiene que decir el secretario de Turismo estatal, Bernardo Cueto Riestra? Porque el federal, Miguel Torruco Marqués con la habitual conducta de avalar todo, aun cuando vaya en contra del sector que debe fomentar, dijo que la entrega de recursos al ejército, “permitirá que lleguen a más destinos y no sólo a unos cuantos”, vaya ignorante declaración.

¿Y la gobernadora Mara Lezama Espinosa, junto con los gobernadores en donde se ubican los restantes siete centros integralmente planeados que hasta ahora administra Fonatur, tampoco tienen nada que decir? Cancún, Quintana Roo; Ixtapa, Zihuatanejo, Guerrero; Los Cabos y Loreto, Baja California Sur; Huatulco, Oaxaca; Bahía de Banderas, Nayarit; Playa Espíritu en Escuinapa, Sinaloa; Costa Lora, Tamaulipas; todos con gobiernos de Morena, todos en silencio. En 2022 y este 2023, el DNR ya fue destinado para proyectos como el Tren Maya. De los casi 20 mil millones que cada año se recaudan, Cancún aporta más de cinco mil millones, con los 20 millones de turistas que cada año llegan a sus playas. En contraparte Fonatur Infraestructura, el ente específico responsable del mantenimiento de los centros, recibió en 2023, tan sólo 130.8 millones de pesos para atender los ocho destinos, y aunque es 5.6 por ciento más que en 2022, ahora ni siquiera se tiene claridad sobre la instancia que atenderá esos destinos que son el pilar de la industria turística nacional.

¿Que Quintana Roo ha recibido recursos como no los había tenido, por lo menos en las últimas tres administraciones federales? Sin duda, pero la atención de la zona hotelera, que es el corazón turístico del país está en la absoluta indefinición; por ello no se justifica el silencio, aun con los beneficios recibidos, porque, al final, es el futuro lo que está en juego. Los recursos de mantenimiento, se dijo en febrero, se entregarían a los estados, pero luego nada se concretó como aprobación en el Poder Legislativo federal. Pero más aun, si así ocurriera, ¿entonces serán las entidades y no los municipios los que se encarguen de la tarea? ¿entonces por qué allá en Cancún ya están pidiendo más recursos? Y recalcando, ¿Aun no tienen nada que decir los gobernadores y gobernadoras? Esperemos la postura en los siguientes días, de la gobernadora Mara Lezama Espinosa.

COMENTARIO MORBOSO

Desde 2014, el Legislativo federal aprobó modificaciones a las normas laborales, que impiden -en teoría- que los dirigentes sindicales, tanto de la iniciativa privada como los de gobierno, se mantengan en las dirigencias, bajo argucias diversas que a lo largo de la historia han existido. Lo cierto es que, en la práctica, las dirigencias eternas continúan existiendo, aunque modificaciones comienzan a haber.

En Quintana Roo, la semana anterior, la XVII Legislatura local realizó también modificaciones para que los sindicatos de trabajadores de la administración pública no tengan “líderes eternos”, lo cual fue recibido desde la burocracia de mil amores, es uno de los legados más importantes del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo); Renán Sánchez Tajonar, y de la legislatura en su conjunto.

Pero como nunca falta el “prietito en el arroz”; al escribiente le han llegado informes de intenciones diversas de “charros” dirigentes que pretenden poner, incluso, a sus respectivas parejas sentimentales, tal es el caso del que fuera dirigente de los burócratas, Roberto Poot Vázquez, o, en el ámbito federal, el dirigente en la entidad del Sindicato de Trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social, Alberto Carlos Hernández Cobos, quien pretende “sembrar” en su lugar a su esposa ¿qué tal? La idea es seguir “en la ubre”, controlando esas instancias sindicales y sus recursos. Ya le daremos seguimiento específico a esos casos, para mostrar hasta donde la ley es efectiva o de plano queda corta ante los “apetitos” de quienes están “encariñados” con la chequera gubernamental; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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